De paseo

Por los raíles del E28

LEC-TranvíaHemos titulado este post como E28 en honor a nuestro tranvía de confianza, o la línea que tienes que concurrir si, como nosotras, la ciudad por la caminas es Lisboa.

Los tranvías en Lisboa andan a trompicones, son antiguos, como muchas cosas aquí, y no tienen aire acondicionado. No obstante, conservan ese aire romántico de los trenes de antaño y créeme si te digo que agradecerás subirte a uno de estos a tiempo, después de unas cuantas vueltas a pie por la ciudad de las cuestas.

Nuestro recorrido de hoy ha sido el mismo que el del tranvía E28, a ratos montadas y a ratos a pie. Salirse de la ruta para indagar más a fondo y perderse entre monumento y monumento por las estrechas y empinadas calles de la ciudad es, desde mi punto de vista, lo más interesante y hermoso, especialmente por el contraste de lo antiguo y lo moderno que recorre todo el empedrado de Lisboa.

Partimos del Barrio Alto, con nuestra pertinente resaca de fados, abandonamos el hostal y nos dirigimos a a Brasileira a por un café, zumo de naranja y un par de pasteles du Belem, la cual es una de las cafeterías con más solera de la ciudad, que no puedes dejar de conocer si te presentas por aquí.

LEC-PlazaDelComercioTras el desayuno de campeones, recorremos las calles de Chiado y la Baixa, para poner rumbo al Tajo. La Praça do Comercio se abre ante el río. Este es uno de los lugares de imprescindible visita en la capital portuguesa. Fue el Palacio Real durante más de 200 años y escenario de la Revolución de los Claveles, entre otras cosas. Don José I os dará la bendición para continuar desde lo alto de su caballo. Y ojo al dato con el Arco del Triunfo da Rua Augusta, otro de los atractivos de esta plaza.

Orillita del río seguimos y encontramos la antigua estación de ferrocarril, y la nueva. Y se hace extraño verla tan pegada al agua, pero así es. De ahí a la catedral, la Sé de Lisboa o Santa Maria Maior de Lisboa. La ciudad está plagada de pequeñas y bonitas iglesias como la de Santa Maria Madalena o Conceiçao, pero la catedral es la más antigua de todas. Mezcla distintos estilos arquitectónicos, aunque predomina el románico, debido a que los daños causados por diversos terremotos que golpearon la ciudad, han obligado a que fuese reconstruida en diversas ocasiones.

LEC-SéLisboa

El meollo eclesiástico predomina en el barrio de Alfama, con foto obligada en el mirador de Santa Lucía, conocido especialmente por su tradición de fados. No obstante, si seguimos subiendo, topamos con las ruinas del Castelo de Sao Jorge. Unas ruinas muy bien conservadas porque es uno de los mayores atractivos turísticos de la ciudad y desde donde se puede disfrutar de unas vistas privilegiadas.

LEC-Panteón

Como última parada en la línea E28, o en paralelo a ella, encontramos el Monasterio de San Vicente y el Panteón Nacional. El primero, construido en honor a San Vicente de Zaragoza, quien fuera proclamado patrón de la capital, y el segundo a albergar las tumbas de los reyes portugueses desde la dinastía de los Braganza a los más recientes.

Al margen de este recorrido, si vienes a Lisboa, es obligatorio acudir a la Torre de Belem, el Mirador de Pedro Alcántara, el Monasterio de los Jerónimos y la Praça do Pedro IV.

Dicen que cuanto más viajas más te gusta tu país. Pues bien, creo que viviría en Lisboa, algo que, como poco, es buena señal.

Sara Ibáñez